El OLIVO (Olea europaea) es ampliamente conocido por su fruto, la aceituna, y por el aceite que de ella se obtiene. Sin embargo, en herbolaria, las hojas del olivo son las protagonistas por su alto contenido en compuestos activos que ofrecen beneficios extraordinarios para la salud, en especial para el sistema cardiovascular. Entre todos sus usos medicinales, el más destacado es su capacidad para reducir la presión arterial y proteger el corazón de manera natural y segura.
¿CÓMO ACTÚA EL OLIVO SOBRE LA PRESIÓN ARTERIAL?
🌿 Vasodilatación natural
La oleuropeína ayuda a relajar los vasos sanguíneos, lo que permite un flujo sanguíneo más libre y menos forzado. Este efecto reduce tanto la presión sistólica (alta) como la diastólica (baja), disminuyendo el riesgo de hipertensión.
🌿 Acción antioxidante
El estrés oxidativo daña el endotelio (la capa interna de los vasos), lo que endurece las arterias y eleva la presión. Los antioxidantes del olivo protegen las células del daño oxidativo, favoreciendo la elasticidad arterial.
🌿 Ligero efecto diurético
El olivo estimula la eliminación de sodio y agua por la orina, lo que reduce el volumen sanguíneo y, por ende, la presión arterial.
🌿 Mejora general del sistema cardiovascular
Su uso regular ayuda a:
- Disminuir la frecuencia cardíaca en casos de hipertensión leve.
- Reducir los niveles de colesterol LDL (malo).
- Prevenir la agregación plaquetaria, reduciendo el riesgo de coágulos.
¿CÓMO CONSUMIRLO?
La forma más tradicional en herbolaria es a través de infusiones de hojas secas:
Hierve una taza de agua y añade 1 cucharada (5 g) de hojas secas de olivo. Deja hervir 5 minutos. Retira del fuego y reposa 10 minutos. Cuela y bebe.
Dosis recomendada: 1 a 2 tazas al día, después de las comidas principales.
