La CALÉNDULA es conocida y apreciada para aliviar afecciones de la piel y también para mejorar su apariencia y mantenerla saludable y hermosa. Estas son algunas de sus propiedades:
- Posee propiedades cicatrizantes y regeneradoras, por lo que favorece la curación de heridas y regenera los tejidos de la piel dañados, ayuda a combatir las estrías y afecciones como la psoriasis, los eccemas, los herpes labiales, las irritaciones de la piel, etc.
- Tiene la capacidad de cuidar la piel del rostro, aportándole suavidad y manteniéndola bien hidratada y humectada gracias a los mucílagos, antioxidantes y flavonoides que contiene.
- Es un tratamiento muy útil en casos de acné, gracias al ácido salicílico; previene la formación de impurezas y favorece la curación de granos y espinillas. Así mismo, reduce la apariencia de las manchas oscuras presentes en la piel.
- Sus propiedades antibióticas, antibacterianas y antiinflamatorias, ayudan a tratar los hongos en la piel y la dermatitis atópica, entre otras.
- Previene el envejecimiento celular de la piel y ayuda a que esta se mantenga joven y bella gracias a sus antioxidantes que neutralizan la acción de los radicales libres.
PREPARA UNA CREMA CASERA
Ingredientes:
Flores secas de caléndula
50 g de cera de abejas
750 g de aceite de oliva o de almendras
Procedimiento:
En un frasco alto de cristal con tapa (previamente esterilizado en agua hirviendo) coloca las flores secas de caléndula a un tercio de su capacidad. Vierte el aceite de oliva o de almendras, tápalo y colócalo en un lugar que quede expuesto a la luz solar para que las flores maceren durante 40 días.
Pasado este tiempo, cuela el aceite, colócalo en un recipiente pequeño, el cual deberás colocar dentro de una olla más grande con agua para calentarlo al baño María; procura que el aceite no se caliente de manera excesiva.
Añade la cera de abejas al aceite caliente y remueve bien para que se integre. Una vez que la cera de abejas se haya disuelto, vierte la preparación en el o los recipientes (previamente esterilizados) que vayas a usar para guardar la crema y deja enfriar hasta que adquiera la consistencia adecuada.
¿Cómo usarla?
Aplica sobre la zona de la piel que te interese tratar y deja actuar para que todos sus principios activos penetren en la dermis correctamente.
