La LAVANDA (Lavandula angustifolia) es una de las plantas más versátiles en el cuidado de la piel gracias a sus propiedades calmantes, antiinflamatorias, antisépticas y regeneradoras. Se ha utilizado durante siglos para aliviar irritaciones, tratar el acné, hidratar la piel y promover la relajación.
✅Calma la piel irritada: Reduce la inflamación en pieles sensibles, con rosácea o eczema.
✅Cicatriza y regenera: Acelera la curación de heridas menores, cortes y quemaduras leves.
✅Controla el acné: Su acción antibacteriana combate bacterias que causan brotes.
✅Hidrata y suaviza: Ayuda a mantener la piel nutrida y protegida.
✅Relaja y alivia el estrés: Su aroma reduce el estrés, lo que mejora la salud cutánea.
TÓNICO DE LAVANDA PARA PIEL SENSIBLE Y ACNÉ
Hierve una taza de agua caliente y agrega 2 cucharadas de lavanda seca. Deja reposar por 15 minutos y cuela la infusión. Si deseas, añade 1 cucharada de vinagre de manzana (opcional, para piel grasa o con acné) y 3 gotas de aceite esencial de lavanda (opcional, para potenciar el efecto calmante). Guarda en un frasco de vidrio limpio en el refrigerador por hasta una semana. Aplica con un algodón o en spray después de lavar tu rostro, por la mañana y antes de dormir.
Si tienes la piel seca, usa solo la infusión sin vinagre para evitar resequedad.
Otras formas de usar la Lavanda para la piel
- Baño relajante: Agrega lavanda seca en el agua de la bañera para calmar la piel y relajar el cuerpo.
- Exfoliante casero: Mezcla lavanda seca triturada con azúcar y aceite de coco para una exfoliación suave.
- Aceite de lavanda: Macera la lavanda seca en aceite de almendras o coco durante 2 semanas para crear un aceite hidratante.
