El DIENTE DE LEÓN es bastante popular como remedio natural para aliviar problemas de salud, pero también es un gran remedio para el acné, ya que cuenta con diferentes propiedades que combaten este tipo de imperfecciones en la piel:
Propiedades astringentes: potente efecto limpiador que consigue desinfectar las áreas donde se encuentra el acné y prevenir que se extienda a otras zonas.
Propiedades humectantes y antiinflamatorias: alto contenido en silicio y otros antioxidantes que le otorgan un gran poder hidratante y calmante que reduce la inflamación en los granitos y otros síntomas provocados por el acné.
Propiedades cicatrizantes: gran riqueza en minerales que ayudan a regenerar la piel y previenen la aparición de cicatrices y manchas que suelen dejar los granitos al desaparecer.
Propiedades reguladoras: gran contenido en betacarotenos que ayudan a regular de manera natural el pH de la piel y el funcionamiento de las glándulas sebáceas. Por tanto, ayuda a prevenir la formación de acné en el rostro.
INGREDIENTES Y PREPARACIÓN
- 1 cucharada de flores de diente de león.
- 1 vaso de agua mineral.
Pon en el fuego un cazo y añade un vaso de agua mineral.Cuando el agua alcance su punto de ebullición, añade al agua 1 cucharada de flores de diente de león.
Deja que hierva durante 3 minutos y luego apaga el fuego.
Tapa el cazo y deja que las flores reposen en el agua 5 minutos más.
Cuela el contenido para retirar los restos de la planta y deja que la infusión se enfríe.
¿CÓMO UTILIZARLA?
Limpia bien tu rostro de maquillaje y restos de suciedad.
Aplica el tónico sobre el rostro con la ayuda de un algodón haciendo suaves movimientos circulares. Deja que se seque solo y luego, pasado unas horas, enjuaga tu rostro con agua fría.
Puedes usarlo a diario, hasta ver grandes mejoras en tu piel.
