El TÉ DE JAZMÍN puede beneficiar a la piel a través de sus propiedades:
- Antioxidantes: Es rico en polifenoles y catequinas, que neutralizan los radicales libres responsables del envejecimiento prematuro de la piel. Reducen el estrés oxidativo. Protegen las fibras de colágeno y elastina, promoviendo la elasticidad de la piel. Ayudan a prevenir líneas de expresión, manchas y flacidez.
- Propiedades antiinflamatorias: Útil para calmar irritaciones, enrojecimientos y condiciones como acné o eccema.
- Efecto hidratante y calmante: Su aroma relajante ayuda a reducir los niveles de cortisol (hormona del estrés), que puede exacerbar afecciones cutáneas como el acné o la psoriasis. Además, el uso tópico de té de jazmín puede hidratar y suavizar la piel.
INFUSIÓN DE TÉ DE JAZMÍN PARA MEJORAR LA SALUD DE LA PIEL
Calienta 1 taza de agua (no hirviendo, alrededor de 80-85 °C) y deja que repose un minuto. Añade 1 cucharadita de té de jazmín (puede ser con base de té verde o blanco) y déjalo infusionar durante 3-5 minutos. Cuela y sirve. Si lo deseas, añade miel o limón para potenciar sus beneficios antioxidantes. Consume 1-2 tazas al día. Esto ayudará a mantener la piel hidratada y protegida contra el daño oxidativo.
TÓNICO FACIAL DE TÉ DE JAZMÍN PARA USO TÓPICO
Prepara una infusión concentrada con el té de jazmín (2 bolsas de té de jazmín o 2 cucharaditas de hojas sueltas), dejando reposar en agua caliente durante 10 minutos. Deja enfriar completamente y transfiere el líquido a un frasco con atomizador. Añade 5 gotas de aceite esencial de jazmín si lo deseas, y agita bien.
Rocía sobre el rostro limpio como un tónico refrescante. También puede aplicarse con un algodón después de limpiar la piel. Mantén en el refrigerador por hasta una semana.
Complementa el uso tópico del té de jazmín con su consumo para potenciar los beneficios desde el interior
