La SANGUINARIA (Sanguinaria canadensis), es una planta originaria de América del Norte. Su nombre proviene del color rojo de su savia, similar a la sangre. El uso más destacado de la sanguinaria en herbolaria es su aplicación externa para tratar problemas de la piel, especialmente:
☑️ Heridas infectadas
☑️ Abscesos y forúnculos
☑️ Irritaciones cutáneas
☑️ Dolores musculares o inflamaciones localizadas
☑️ Verrugas o crecimientos anómalos superficiales (uso tradicional, con precaución)
Gracias a sus propiedades antisépticas, antiinflamatorias y analgésicas, la raíz de sanguinaria se emplea en forma de cataplasmas, pomadas o tinturas diluidas aplicadas directamente sobre la piel.
Sus principales principios activos son los alcaloides isoquinolínicos, especialmente la sanguinarina, la cual tiene efectos:
✴️ Antimicrobianos, inhibiendo el crecimiento de bacterias y hongos en la piel.
✴️ Cicatrizantes, promoviendo la regeneración del tejido cutáneo dañado.
✴️ Antiinflamatorios, ayudando a reducir la hinchazón y el dolor.
✴️ Queratolíticos (en uso tradicional), capaces de eliminar tejido muerto o endurecido.
⚠️ Precauciones Importantes
- No se recomienda su uso interno, ya que puede ser tóxica en dosis altas.
- En uso externo, debe diluirse o formularse con otros ingredientes, ya que puede causar irritación si se aplica directamente y sin control.
- No usar en heridas abiertas profundas ni en mucosas.
🧴 COMO REALIZAR DE MANERA CASERA UNA CATAPLASMA SUAVE PARA APLICACIÓN EXTERNA
Hervir una cucharadita de raíz seca de sanguinaria (triturada) en ½ taza de agua durante 10 minutos. Dejar reposar, colar y enfriar. Mezclar una cucharadita de arcilla blanca o caolín (para una aplicación más localizada) hasta formar una pasta. Aplicar con un paño limpio sobre la zona afectada, durante 10–15 minutos. Retirar y enjuagar bien. Repetir 1 vez al día por no más de 3–5 días.
